
A medida que las aulas se vuelven cada vez más neurodiversas, los educadores deben reevaluar los métodos de enseñanza tradicionales para garantizar que más niños prosperen.
Este artículo estima que más del 30% de la población escolar es neurodiversa y aboga por el trabajo en equipo y las adaptaciones como herramientas para ayudar a que las aulas funcionen para todo tipo de alumnos.